El 20 de abril deja de ser obligatorio el uso de mascarillas en interiores, salvo excepciones

Real Decreto 286/2022, de 19 de abril, por el que se modifica la obligatoriedad del uso de mascarillas durante la situación de crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19.

¿Dónde siguen siendo obligatorias las mascarillas?
Las personas de seis años en adelante quedan obligadas al uso de mascarillas en los siguientes supuestos:

• En cualquier espacio cerrado de uso publico o que se encuentre abierto al público.
• En los eventos multitudinarios que tiene lugar en espacios al aire libre, cuando los asistentes estén de pie. Si están sentados, será obligatorio cuando no se pueda mantener una distancia de seguridad de al menos 1,5 metros entre personas, salvo grupos de convivientes.
• En los medios de transporte aéreo, autobús, o ferrocarril, incluyendo los andenes y estaciones de viajeros, o en teleférico, así como en los transportes públicos y privados complementarios de viajeros en vehículos de turismo no conviven en el mismo domicilio.

La obligación contenida en el apartado anterior no será exigible en los siguientes supuestos:

A las personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria.

• En el caso de que, por la propia naturaleza de las actividades, el uso de la mascarilla resulte incompatible, con arreglo a las indicaciones de las autoridades sanitarias.
• En aquellos lugares o espacios cerrados de uso público, instituciones para la atención de personas mayores o con discapacidad, las dependencias destinadas a residencias.

¿Dónde dejan de ser obligatorias?

• En empresas o lugares de trabajo. Su departamento de riesgos laborales será quien decida el uso de la mascarilla en sus oficinas o instalaciones y bajo qué circunstancias se debe aplicar, en caso de considerarlas necesarias.
• En los colegios. Si hasta ahora no eran necesarias en el recreo, tal como ha recordado la ministra en su comparecencia, ahora no serán obligatorias en ningún caso.

Se aconseja un uso responsable de la mascarilla, sobre todo con personas vulnerables o en situación de riesgo, como pueden ser aquellas con enfermedades crónicas, mayores de 60 años, personas inmunodeprimidas o embarazadas.